La fortaleza es la capacidad que tenemos para afrontar todos aquellos obstáculos que nos presenta la vida.
No somos conscientes del nivel de resistencia que tenemos hasta que no pasamos por experiencias que nos ponen a prueba. Cuando la vida te presente obstáculos intenta descubrir qué es lo que te quiere enseñar. Los problemas nos conducen al aprendizaje y al crecimiento interior.
El trazo es la presión con la que se elabora el dibujo, es decir, si apretamos mucho o poco el lápiz a la hora de dibujar. Nos permite conocer la fortaleza física o espiritual del sujeto. La presión en los dibujos, al igual que la presión en la escritura, es un parámetro inestable, ya que está condicionado por numerosos factores como pueden ser el tipo de útil que se utilice, el grosor del folio y el estado físico de la persona. Es decir, si un anciano está dibujando es habitual que nos podamos encontrar temblores; sin embargo, percibir temblores en un niño estaría orientado a problemas más emocionales que físicos. La fortaleza espiritual también se puede apreciar a través del trazo, pero lo ideal en este caso es tener una presión normal, ya que indicaría que la persona afronta los problemas con equilibrio y poca obstinación.
El trazo de los dibujos
- Fuerte. Tipo de presión en el que se presiona mucho el lápiz y deja surcos por la zona de atrás del folio. Este tipo de presión indica fuerza física, pero un dibujo excesivamente presionado podría indicar impulsividad o agresividad. Es frecuente encontrar dibujos donde se presionan algunas más zonas que otras. En este caso conviene observar la parte del dibujo que está más presionada.
- Débil. Un trazo es débil cuando la persona no ha presionado casi a la hora de dibujar, y se observa un dibujo con formas simples y poco marcadas. Dicho rasgo revela debilidad, tristeza y pasividad.
- Normal. Cuando existe un equilibrio en la presión del dibujo, y no está ni muy presionado ni poco presionado. Cuando la presión es normal es un signo de equilibrio y en general de buena salud.
- Reiterativo. Cuando se remarcan las zonas del dibujo varias veces. Propio de sujetos obsesivos y tercos.
- «A trompicones». El trazo se divide y va perdiendo presión, quedando siluetas o formas cortadas. Este tipo de presión es habitual en niños pequeños que no tienen psicomotricidad. En adultos simboliza poca constancia y debilidad.
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